Hace años, no existía una forma predominante de considerar los guiones originales que proponían los autores a las productoras. Eran tiempos en los que se enviaban los guiones originales y , en algún lugar de la productora, se acumulaban unos encima de otros, hasta envejecer. Bastantes años más tarde, colapsado el sistema, se impuso algo que ya funcionaba desde hacía tiempo en Hollywood: el "pitching".

El "pitching" no es más que contar tu historia de forma escueta y efectiva, con el propósito de despertar el interés de tu intorlocutor para que le lleve a tomar la acción que deseas de él. 

Dicho así, parece fácil, sin embargo, cualquier cosa de digas o hagas, puede hacer que descarrile el tren de tus intenciones. 

En la actualidad, el pitching se ha convertido en la forma más popular de preseleccionar un guion. Casi ningún productor lee un guion si antes no le "suena" bien. Para ello está el "pitch", ya sea de tu a tú, ante un grupo de gente en un certamen o incluso a través de una grabación. Lo que es invariable es que ANTES de leer tu guion, la mayoría de los productores van a querer oír tu "pitch", y solo si este les convence, te pedirán el guion. 

Si eres un autor con la intención de que una obra tuya sea adaptada al cine, sucede lo mismo. Primero el "pitch", y luego, ya veremos...

Por tanto, saber como hacer "pitching", se ha convertido en algo esencial para el autor. Porbien que esté tu guion o tu obra escrita, si tu "pitch" es mediocre, vago, difuso o aburrido, no vas a tener la oportunidad de que te lean.